Palmas para Trinidad
- César Sánchez Vega
- 8 mar 2021
- 2 Min. de lectura
En 1875 el tema de conversación era lo ocurrido con María Trinidad Enríquez Ladrón de Guevara. Ella fue fundamental en abrir camino a la igualdad en el Perú y Sudamérica.

Trinidad, cusqueña que nació el 5 de junio de 1946, ya desde niña daba sus primeras señales de capacidad y empoderamiento, a los 11 años daba clases de geografía en el Colegio de Educandas. Luego cuando llego el momento de elegir una carrera eligió derecho. Logro conseguir un permiso gracias a una resolución suprema que se emitió en octubre de 1875 para ingresar a la Universidad San Antonio Abad. Cabe resaltar que en aquel año no estaba autorizada una mujer a estudiar en una universidad, eh ahí lo importante de su victoria.
A pesar de el gran paso que dio y de volverse la primera jurista del Perú en 1878 tuvo que afrontar otro reto, hacer respetar su derecho a graduarse como abogada. ¿Y por qué? Porque solo querían reconocerle el grado de bachiller y no el de porque las mujeres estaban prohibidas de lograr una certificación profesional. Es así, que Trinidad tuvo que ir hasta el Congreso de la Republica para lograrlo. Lamentablemente el inicio de la Guerra con Chile truncó ese pedido justo y necesario.
Sin duda la historia de Trinidad me ha impactado, pienso en que la lucha de la mujer por buscar la igualdad viene desde tiempos inmemorables.
Luego fundó la escuela nocturna para obreros en 1880. Luego fundó la Sociedad de Artesanos del Cuzco en 1876, y editó el periódico “La voz del Perú” (1891), una publicación "radical" que circuló entre los artesanos de la localidad.
En 1891 Vino a Lima por temas personales y el 20 de abril de ese mismo año nos dejo Trinidad a causa de un derrame cerebral a los 44 años. Ahora ella sigue descansando en el cementerio de la Almudena en Cusco.
Sin duda la historia de Trinidad me ha impactado, pienso en que la lucha de la mujer por buscar la igualdad viene desde tiempos inmemorables. Paso a paso se han ido logrando hitos importantes sin duda, pero aún hay camino que recorrer. Siempre tendré en mente a Trinidad, la primera mujer en cursar estudios universitarios en el Perú y Sudamérica, y la primera mujer jurista en el Perú.
Ejemplo de fuerza y perseverancia por lograr sus sueños, contra todo y contra todos. Palmas para Trinidad, palmas para ustedes.
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